Cojín Westie en punto de cruz.

¿Os acordáis que en octubre fui a Creativa Madrid? Pues en esa feria o te controlas o te gastas todos los ahorros en labores de todo tipo, desde punto de cruz, pasando por pintura, y siguiendo con abalorios. Quería comprármelo todo, hacer de todo, y no salir de allí en varios días.

El caso es que me encanto el stand “todo punto de cruz” y me compre este perro, un Westie, que es la raza de perro que yo tengo, y hasta ahora no lo había planteado hacerlo, porque se necesita mucha luz, pero con el cambio de hora y estos días de sol que ha hecho, pues me decidí a empezar. Además que he tenido unos días libres en el trabajo, y daba gusto estar por las mañanas en casita cosiendo.

 Pero creo que me pasa como a muchas de vosotras, que empiezas una labor y quieres terminarla ya. El punto de cruz te va enganchando, y cuando acabas los ojos quieres seguir con la cabeza, y seguir con el lazo, y al final en menos de lo que piensas, lo terminas.

Esta vez he usado un bastidor que me compre hace unos años de esos desmontables de plástico, cuadrado, y he cosido muy cómoda, además no he tenido que mover la tela casi nunca porque me abarcaba todo el perrito.

En este caso mi hija no quiso poner un cuadro en su habitación y quería un cojín blandito, así que le hice el cojín con una tela de pelo, muy suave.

Ha quedado muy bonito, parece que estoy viendo a mi Rufo ahí pintado.

Espero que os guste, muchos besos.