Ayer fue el cumpleaños de mi hija la pequeña, 16 años, que mayorcita.
Siempre ha tenido ganas de una manta de pelito, pero nunca se la he comprado porque me parecían muy serias para ella, pero este año como tenia pensado hacerle alguna de mis cositas, pues allá que me fui a una tienda de retales. Vi esta tela que aunque era algo oscura, era de un pelito super suave. Al tacto da gusto por lo agradable que es. Como la tela es algo finita, la he forrado con lana polar en tono beige, y ha quedado una manta de lujo, grande y abrigadita.
Ella puso una cara de sorpresa porque para nada se la esperaba, y esta encantada, aunque ayer cuando descansábamos en el sofá, después de un finde ajetreado, se la puso por las piernas, y casi le brota el sarampión, jiji. Como abriga la dichosa manta.

Además, como no paro, me he atrevido a hacerle una tarta de gominolas, aunque al principio pensé en una amiga que las hace muy bonitas, pero entre el poco tiempo que tenia y la pereza de llevársela a casa, decidí hacerla yo, con ayuda de mi hija la mayor. Las chuches le encantan y los colores que he elegido son tan fuertes, que ha quedado una tarta muy lucida. Le ha gustado tanto que no quiere comérsela para no quedarse sin ella, jiji.


Marta, te deseo mucha felicidad y que sigas siendo esa niña tan feliz y alegre. Un besito.