martes, 14 de octubre de 2014

Manta de pelo y tarta de gominolas.

Ayer fue el cumpleaños de mi hija la pequeña, 16 años, que mayorcita.
Siempre ha tenido ganas de una manta de pelito, pero nunca se la he comprado porque me parecían muy serias para ella, pero este año como tenia pensado hacerle alguna de mis cositas, pues allá que me fui a una tienda de retales. Vi esta tela que aunque era algo oscura, era de un pelito super suave. Al tacto da gusto por lo agradable que es. Como la tela es algo finita, la he forrado con lana polar en tono beige, y ha quedado una manta de lujo, grande y abrigadita.
Ella puso una cara de sorpresa porque para nada se la esperaba, y esta encantada, aunque ayer cuando descansábamos en el sofá, después de un finde ajetreado, se la puso por las piernas, y casi le brota el sarampión, jiji. Como abriga la dichosa manta.
 
La he rematado con dos costuras y ha quedado muy bonita. 
Además, como no paro, me he atrevido a hacerle una tarta de gominolas, aunque al principio pensé en una amiga que las hace muy bonitas, pero entre el poco tiempo que tenia y la pereza de llevársela a casa, decidí hacerla yo, con ayuda de mi hija la mayor. Las chuches le encantan y los colores que he elegido son tan fuertes, que ha quedado una tarta muy lucida. Le ha gustado tanto que no quiere comérsela para no quedarse sin ella, jiji.
Bueno y esto es todo por este día. Espero que os haya gustado tanto como a mi y a ella.
Marta, te deseo mucha felicidad y que sigas siendo esa niña tan feliz y alegre. Un besito. 

jueves, 2 de octubre de 2014

Oso de lana para Abril

Estos días he estado haciendo un osito para una de las profes del cole de mi hija. Ha sido abuela por primera vez, y como a todas las abuelas, "se le cae la baba".
El caso es que cuando ha empezado el curso es cuando me he enterado que iba a ser abuela, y a los pocos días, me ha enseñado las fotos de la niña, llamada Abril, y es una preciosidad. Así que me he puesto manos a la obra, y ha salido un osito de lo mas tierno.
Lo vi en una tienda de lanas aquí en mi ciudad, y tras hablar con la dueña. me dijo como debía hacerlo. Es curioso, porque según lo vas tejiendo, parece un trapillo, pero cuando empiezas a rellenarlo, todavía se ve peor.
Luego empiezas a dar la forma de las orejas, la cabeza y cuando le pones los pies y las manos, la cosa va cambiando (hasta parece bonito).
Lo he adornado con un babero, que va rematado con sandunga verde, y en la cabeza una flor de crochet, en el mismo tono verde.



El caso es que se tarda poco, pero los detalles últimos son los mas complicados.
A quedado precioso, muy tiernito, y blandito. La lana es super agradable al tacto.
A la abuela le ha encantado, solo hace falta que a la niña también le guste. ¿y a vosotras os gusta?
Un besito y hasta muy pronto.